EUROPA
PRESS
17 junio
2021
Por
qué comer mal, aunque no se engorde, también pasa factura: 3 pasos para
recuperar buenas rutinas
Comer bien es primordial para gozar de
una buena salud. Es uno de los pilares básicos fundamentales de un estilo de
vida saludable y que nos permitirá vivir no sólo más años, sino también con la
mejor calidad.
En una entrevista con Infosalus,
la dietista-nutricionista María Merino llama la atención sobre el hecho de que
la pandemia está muy ligada a un empeoramiento en los hábitos nutricionales de
los españoles, a pesar de que comer mal provoca un "empeoramiento general
de nuestra salud".
Aparte de un empeoramiento general de la salud de la
persona, Merino subraya que el principal problema de una mala alimentación,
junto al sedentarismo, son el sobrepeso y la obesidad: "Tendrás más riesgo
de padecer diabetes, hipertensión, infarto de miocardio, así como ciertos
canceres. Comer mal, aunque no se engorde, puede pasar también factura y
provocar problemas, aunque no lo refleje el peso".
Así afirma que habrá un mayor riesgo de hipertensión o de
padecer resistencia a la insulina al consumir, por ejemplo, demasiada sal o
azúcar, aparte de menos resistencia a la hora de practicar ejercicio, una
dependencia o adicción a esos productos no saludables.
En el largo plazo esto condicionará una mala relación con la
comida, considera la también autora de 'Desayuno con garbanzos' (Esfera):
"Cuando tengo un problema emocional me refugio en la comida, cuando estoy
triste busco el placer y la satisfacción con estos productos dado su consumo
habitual".
Así, pone el ejemplo de las semanas que durante 2020
permanecimos en casa confinados y alerta de que en muchas personas que comieron
mal en esas semanas lo siguen manteniendo, convirtiéndolo en un hábito. Anima
en estos casos a intentar regresar a las rutinas, a comer bien, a hacer
deporte, algo que también a su juicio nos ayudará a la hora de reducir los
niveles de estrés o de ansiedad que nos está generando esta pandemia y nos
llevan a comer de forma emocional, un concepto que más adelante clarificaremos.
"Si a la larga mantenemos los malos hábitos
alimenticios esto desembocará en un sobrepeso y en una obesidad de los que será
difícil salir. Es fácil caer en estos malos hábitos y en cambio es difícil salir
de ellos. Si antes del confinamiento tenías buenos hábitos será más fácil, eso
sí", mantiene Merino.
Por eso, esta dietista-nutricionista destaca que todo
depende un poco de la actitud de la persona porque muchos han recuperado la
rutina que tenían en este sentido: "Lo sano llama a lo sano y lo insano
llama a lo insano. Si te pides ensalada quieres agua, si quieres patatas bravas
querrás una cerveza. Si comes ensalada quieres correr, en cambio lo otro te
lleva al sedentarismo".
¿Cómo recuperar los hábitos saludables en alimentación?
Con todo ello, María Merino desvela en los siguientes puntos
cómo recuperar la vida saludable que teníamos antes de la pandemia:
1.
Limpiar la despensa. Abre tus armarios y tira todo aquello
que no sea sano (embutidos, cremas de cacao, bollería*) "Así tiras todo lo
malo que has comprado. Compra saludable, planifica menús. Recupera una
alimentación saludable y no olvides hacer deporte", detalla.
2.
Planifica tu menú y en base a ello, organizas la cocina, hay
que tenerlo todo mínimamente preparado.
3.
Comprar de forma saludable, yendo al mercado, comprando sin
hambre, y sin pasar por ciertos pasillos innecesarios.
Ahora bien, María Merino no se muestra partidaria de cambios
bruscos, más que nada porque según avisa estos no suelen ser posibles, al
tiempo que opta por hacerlos de forma gradual. "Si te has dejado llevar y
has comido insano últimamente consiste en un trabajo de progresión, que empieza
por vaciar la nevera, el congelador y los armarios de productos malsanos",
asegura la dietista-nutricionista.
Comer de forma emocional
Y es que, según lamenta, en estos meses comemos peor por una
cuestión emocional en gran parte de los casos, ante la ansiedad, el estrés y la
incertidumbre que nos está generando la pandemia. "Una forma de cambiar
esos sentimientos negativos es a través de la comida porque es placentera,
produce endorfinas que a su vez generan placer, entonces me siento mal y no
puedo hacer nada porque estoy confinado, por ejemplo, y como para aliviarlo,
aunque ésta no es la solución", aclara.
De esta forma, María Merino nos revela cuál es la fórmula de
una alimentación saludable que, según asegura, "no tiene misterio, ni
secreto pese a lo que muchos crean": "Basar tu alimentación en comida
real sin llevarlo al extremo, pero en materias primas, por ejemplo, con pocos
procesados o mínimamente procesados. Siempre priorizar la parte vegetal
(presencia de vegetales en comida y cena, 3 frutas al día como mínimo), los
frutos secos (un puñado al día), las semillas, los cereales integrales, las
legumbres, la verdura y la fruta, haciendo un aporte correcto de proteína
(carne, pescado, huevo y legumbre); evitando comer en exceso carne roja y
priorizando las blancas".